sábado, 17 de julio de 2010

Gigakadada, parte 2: ¡Fantasmikos!

MIÉRCOLES

Día de las Cíes, madrugar, vestirse, salir pitando.
La madre de Agüi nos acercó al puerto (donde había barcos muy graaandes y chulis) y fuimos a adquirir nuestros billetes de embarque. Mientras Agüi ponía los datos en un ordenador, fijiña trataba de explicarle a otro de ellos que íbamos de EXCURSIÓÓÓN, y por lo tanto, tristemente no podíamos votar.
Por suerte, nuestro fiel compañero de viaje nos animó en todo momento el día. ¡¡¡JUANITO!!!
Os presento a Juanito:

Sui, Juanito es una mochila, pero es la más majeta del mundo.
En fin, que finalmente logramos obtener nuestros billetes de barco, tras solventar un pequeño problema técnico. Estuvimos esperando en el muelle por algún barco del mar de Ons hasta que nos cansamos. Los coches querían circular cómodamente por el muelle porque eran unos vagos, y nos hacían apartarnos.
Había muuucha gente, pero por suerte quedamos muy cerca del barco haciendo la fila, y pudimos ir en la parte de arriba del barco, pero ya estaba petada y no cogimos los mejores sitios. Estaba todo lleno de jubiletas y gente joven muy rara que decía cosas raras (que ya no recuerdo).
Nos empezó a dar el sol de frente, y encima el barco hacía escala en Cangas, con lo que el viaje fue un poco agotador, al menos para mi. Aunque ir en el barco era chuli, sobre todo cuando llegamos a la zona de olas y la gente que iba felizmente de pie empezó a irse para los lados como vulgares Bo-Rai-Chos.
La verdad, ahora no recuerdo peculiaridades del viaje, pero si alguien sui, que comente, por favor ^^.

Finalmente llegamos a las Cíes. El día se había puesto mejor y no hacía tanto calor como pensamos que haría, así que genial. Fuimos hasta un puesto de información y Agüi y Fijiña se hicieron con unos mapitas y otros datos de interés. Así nos embarcamos en hacer una ruta. La más corta. Sí, no somos gente tan feliz. Lo peor es que yo retrase a mis pobres fiji e sobriñi T_T, porque no sé que me pasaba, estaba cansada, me molestaban los zapatos y no daba subido la cuesta. El periplo fue duro pero hicimos un amiguete que nos pregunto algo sobre la ruta. Fuimos al Alto del Príncipe, y allí descansamos admirando las vistas, sacando fotos. Fiji nos dio cerezas que eran como puños, y zampamos de eso. Había por allí señores un poco temerarios que se sentaban cerca de los bordes y demás... pero nada, porque Agüi también se encaramó al alto... ¡¡pero era por una buena causa!! Así le pudo sacar una foto al que posteriormente llamaríamos... ¡¡MANOLITO!! (¡la oigh, gaviota!)

Con profunda pena por dejar esas bonitas vistas atrás, nos retiramos porque había hambre.

Pero de camino apareció... ¡¡¡OTRO AMIGUITO!!! Esta vez tengo el honor de presentaros a... ¡¡PEPITO!! (¡El lagarto!)

También después hicimos otro "hamijo" que nos preguntó si faltaba mucho para el Alto del Príncipe.

En la bajada todo fue como la seda, aunque me enfadé porque no querían dejarme cargar con nada, ¡¡y había bastante peso para repartir entre todas!! ¡Son unas malditas, malosas, las quierodio! >_>

Así nos fuimos para la otra isla, pasando por la pasarela, y buscando un lugar adecuado para jalar. En el puente, fiji se asomaba, pero tenía que agarrar a su mai para que, si se caía a la laguna, nos cayésemos las dos. Pero valía la pena mirar, porque había pececiiiiiiiiiiiiitos, y pecezazos. Los pececiiiitos iban en manadas y hacían fitness en una entrada de agua, nadando a contracorriente, y los pecezazos iban a su rollo.

Al pasar la pasarela, fiji quiso sacar una foto de la laguna, ¡e hizo un amigüito! Un señor venía con su mujer y el carrito de su hijo, y se puso a posar para la foto, ¡más majo, él! Y luego le dijo a su hijo que se quedase con nuestras caras, que lo íbamos a colgar en facebook, y cousas así.

Tras eso, llegamos al camping de las Cíes. Utilizamos los servicios que solo eran para campistas, pero que, si eres honrado, nada pueden decirte por usarlos, y fuimos a comer al pinar, donde están las tiendas de campaña. Levantamos campamento y empezamos a sacar los bocadillos y demás jarroña y la devoramos con ansia. Al terminar fiji y yo fuimos a comprar... ¡¡FANTASMIKOS!! porque me dio un antojo. Y... ¡Agüi no sabía qué eran! ¡¡Muajaajjaa, sin infancia!! Agüi no nos acompañó, quedó tirada al sol en el campamento, y de ahí surgió otra de las frases del día, que fue cuando le dije que podía venir sin miedo porque... "si hay algo honrado, son los campistas". Y aún no sé por qué se ríen de mi T_T ¡¡es verdad!!

El caso es que nos comimos entre todas dos bolsas de deliciosos... FANTASMIKOS, mientras mejorábamos el chiste inmejorable de la aslob de pipas, ¡en un tiempo record!

Cliente: Deme una de... ¡¡FANTASMIKOS!! (Leer en tono adecuado, muy agudo y muy rápido).
Tendero: ¿Una bolsa de qué?

Después, pringadas de helado, nos acercamos a una fuente a lavar las manos, dejando las mochilas y todo, y al volver fue cuando nos dimos cuenta de una cosa: los campistas son honrados, pero no las gaviotas. Había tirado ya buena parte de la basura por fuera buscando alguna jarroña que llevarse a la boca.

Total, que tras estar por allí un rato, terminamos levantando campamento y dando un paseo por la isla. Fuimos en busca de una cala que salían en los folletos informativos, y acabamos en la playa principal, por otra zona. Nos sentamos a una sombra a echarnos cremita, porque el sol empezaba a picar de narices. Fiji me pasó una mano encremada por el antebrazo izquierdo (porque le dije que yo no me echaba crema ahí), y para la poca cosa que me echó, después me quemé el antebrazo derecho (y por consiguiente ahora está más moreno que el otro xDD).

Avanzamos por la playa, hundiéndonos en la arena, y desistimos de caminar por allí, que además no había nada de interés. Vimos unas ruinas raras que había, y fuimos, ahora sí, en busca de la cala. Esta era muy bonita, tenía el agua más clara que el resto de playas *o*, ¡era guay! Nos tentó bañarnos allí, pero como dijo Agüi, era mejor bañarse cerca del muelle, para no perder el barco, y buena razón que tenía. ¡Así que finalmente tocó ir a la playa!
¡¡Los collones!! Me cagui en la fruta, ¡¡qué fría estaba!! Eso era de nevera, tal cual. Me hubiera gustado meterla en una botella para demostrar que le salía vaho al recipiente XDDD. La loca de Agüi fue capaz de meterse del todo, y fijiña hasta el cuello... yo, por falta de costumbre, solo hasta el estómago. Lo que sí, ¡¡nos bañamos con los pecezazos!! Pero eran más filixex si les decías "oh mira, ¡un pececito!", pero lo cierto es que eran enormes.
A destacar también está la anécdota de que Agüi picó dos veces, bueno, una al menos, cuando señalé a su espalda (hacia mar abierto) y grité "¡AAAAAAAAAAAH!" con cara de horror. La pobrecita... se asustó xDDD.

Y entonces fiji y yo nos retiramos. Preferiamos mirar desde nuestras cómodas toallas como la suicida continuaba en el agua ultracongelada esa. El solecito prestaba para entrar en calor, pero también quemaba, todo hay que decirlo. Nos quedamos a disfrutar de la agradable brisita y temperatura, esperando a Agüi.

Y mientras tanto, en Ortigueira, una incauta Durrita llegaba con sus amigas al pinar donde habían de acampar.
"-Personaje 1: ¿Qué pone ahí? ¿Bicicletas de chocolate? ¿Qué es?

-Personaje 2: No sé... pero yo tengo hambre, pregúntale.

-Personaje 1: Oye... ¿Qué son las bicicletas de chocolate?

-Vendedor: Bicicletas son tripis, chocolate son porros ¬¬".


Agüi finalmente salió, y todas juntas nos pusimos a merendar chousiñas que nos habían sobrado de la comidilla. También nos echamos una buena semisiesta, y una buena sesión de fotos. Al rato tuve que taparme con el pantalón porque me empezaba a picar la espalda por el sol. Eso me convirtió, sin quererlo, en un terrorífico señor del mal.

Pues llegó entonces la hora de marcharse. Veíamos un barco parado en el muelle sin ser hora, y empezamos a inquietarnos. Cuando recogimos las toallas nos dio la risa al darnos cuenta de que ondear la que me había prestado Agüi para sacudirla era muy...

¡¡VIVAN LOS GAAAYS!!

Para el que se pregunte por qué tanto rollo reviviendo esa vieja frase -lo importante sobre esta, en la próxima entrada-.

Tras sacudirse la arena y bla bla bla, nos subimos al barco, que al parecer habían hecho unos cambios y ese iba directo. Hubo que esperar un poco a que se llenase, pero llegamos cojonudamente y prontito. En el barco fijiña nos enseñó cancioones (me pica un huevoooo, me pica un huevoooo), y no dio tiempo a mucho más tampoco. Empecé a notar que me había quemado los hombros. Oh, y ver la espuma desde abajo molaba mucho (tuvimos que ir dentro, sui).

Al llegar comenzamos a avanzar por el barrio, y nos dimos cuenta de que se jugaba la semifinal (yo aún no sabía ni que habíamos llegado a semifinales XDDD). Íbamos por la acera y estábamos obstruyendo la visión a las pantallas que habían colocado para las terrazas, así que nos alejamos un poco. Estábamos buscando a Emilio, porque habíamos quedado con él para ir a uno de esos bares, pero como ninguno de nosotros es futbolero, no teníamos ni idea de que malamente cogeriamos sitio en dichos bares. Cuando topamos al chaval, en vez de ir a un bar nos quedamos sentados al otro lado de la acera, donde no había terrazas petadas de gente siguiendo el mundial.

Cuando nos cansamos de estar ahí y nos entró hambre, Emilio nos guió a un bar donde daban unos bocadillos descomunales y deliciosos. Y desde ahí, que estaba vaciísimo, vimos acabar el partido. Y empezó lo gracioso. Porque la calle apreció llenarse de montones de camarillas fachas que salían a festejar un golpe de estado con sus banderas de España. No pudimos sino descojonarnos. Los coches no paraban de pasar tocando las bocinas, asomándose por las ventanillas... o por todo, directamente, porque al parecer todo el mundo que tenía un descapotable aprovechó para sacarlo. Y seguían. Y volvimos hacia nuestro refugio, y seguían. Nos apalancamos en el portal maligno de Ary hasta la una de la mañana, y seguían.
Cabe destacar que vimos a una panda de paletos muy grandes que estaban rebozándose en un paso de peatón que estaba en verde para estos, con los coches parados delante. Cuando se puso en verde para los coches se levantaron, pero empezaron a perseguir a los coches como si fuesen vulgares perros de aldea que viven para ladrar a todo lo que pase por delante, y a menearlo, y todo lo demás.

Hasta la madre de Agüi llamó preocupada por si nos topábamos con vandalistas, pues estaban tirando contenedores delante de su casa. Por ese motivo esperamos hasta bien entrada la una (o más bien porque estábamos collonudamente en el portal de Ary). Cuando nos fuimos, dejando a Ary ya en la calidez de su hogar, aún lo hicimos con tiempo de pasar por el Opencor justo antes de que cerrase. A mi por ejemplo me urgía un after sun para las quemaduras.

En el portal de Agüi nos despedimos de Emilio y subimos a tomar por fin nuestro merecido descanso de tan largo día.

Y mientras, en Ortigueira, Durrita y compañía trataban de descansar. Mientras unas se quejaban, Durrita disfrutaba escuchando a los simpáticos vendedores que había a su lado, que proveían cerveza y bocadillos.
Aquí un recopilatorio:
-¡Ceeervezaaas, cervezaaaas, están calentitas! ¡Que van a venir los bomberos! *suena megáfono con sirena de bomberos*.
-¡Te lo doy por lo que quieras!
>>No, tres euros.
-Estos bocadillo son de bacon tío, no es panceta... (Por el megáfono:) ¡¡Bocadillos de panceta!! ¡La ley del elefante caliente, me tima el tendero y yo timo al cliente!
-¡¡Un facha me ha quitado el megáfono!! (Posiblemente tío con bandera de España debido al mundial).

Próximamente, la última entrada: Jueves y viernes.

6 comentarios:

  1. ¡Cumu mula!

    FANTASMIKOOOS.

    Que guachi os los pasásteis ^_^ Yo quería ir a las Cíes, pero el precio que me dijiste se me hace demasiado caro.

    Y uhm... inquietante el periplo de Durrita en Ortigueira, rezuma surrealismo por los cuatro costados xDD

    Y... no sé qué más dicir, salvo que estaré esperando la próxima entrada ^_^

    ADEEEEIGS.

    ResponderEliminar
  2. ¡Gurasias por comentar, siñor majete! ¡Es usté adorabile! Las Cíes molan, si un día se guarda unos ahorros para ir ^o^.
    ¡¡FANTASMIKOS!!
    Oh, Durrita lo pasó muy bien. Ortigueira lo que rezuma es sustancias espirituosas por todas partes X'D.
    Y uuh... ¡¡MIAU!! *_*

    ResponderEliminar
  3. Ñope, la tía del barco le estaba explicando al jicho de las venas porqué salían las líneas de colores (véase expectro) en las fotos. En el barco... anécdotas están: el señor dama Desgarro, que Agüi casi se cae y... nada más, creo.
    Después: creo que lo de los... ¡FANTASMIKOS! fue en la playa, que nos estuvimos riendo un cacho. Después de hablar sobre gente de rcv y FD, entre los que destaca Mr.No! XD
    Y... por último, la canción es: Es que me pica un huevo, no se que voy a hacer, no sé qué puedo hacer...

    Yasta ^^ Entrada chuli de mamai, aunque creo que había otra cosa que ibas a poner conjunta, ¿nop?

    ResponderEliminar
  4. ¡Hula fiji! La cosa que iba conjunta... ya está, son las cosas de mi hermana, están por el medio, y aún falta alguna.
    ¡Gracias por comentar! Lo de los Fantasmikos si que fue en la playa... ahí no sé si empezamos a decir o no ¡¡FANTASMIKOS!! De todas formas, me venía bien, y será cosa de tanto andar con crónicas patateras, que ya me tomo licencias si queda mejor X'D. Y bueno... eso, nada. No tenía pensado dividir tanto la kadada, ¡pero es que queda larguísimo! Y jous, además hago esperar más, aún me voy a olvidar. ¡Smuack!

    ResponderEliminar
  5. ¡Hola Tak, aquí Momo, de Rocavarancolia! :D
    Esta entrada habla de vuestra quedada, no? (me encantan vuestros amigos Manolito, Pepito y Juanito xD
    Me gusta tu blog, tu forma de escribir es muy diver! jajaja
    Si me disculpas, voy a cotillear un poquito por aquí :P
    ¡Sigo tu blog!

    ResponderEliminar
  6. ¡Andaaa! ¡Momo! ^___^ ¡Bienvenida pues a mi mundo! Está demasiado lleno de locura, más espero que te entretenga. ¡Saluuudos!

    ResponderEliminar